jueves, 23 de enero de 2014

LAS AVES COMUNES EN INVIERNO

Una vez hecha la segunda salida para hacer mi recorrido, doy por concluida mi labor de colaboradora voluntaria en el estudio y seguimiento de las aves comunes en invierno, promovido por la SEO Birdlife. La primera vez que hice el recorrido fue a finales de enero y la segunda ha sido esta semana; un poco atrasada por causa de las lluvias, pero dentro de plazo.

Para aquellos amigos que me siguen y se interesan por estos asuntos, voy a contaros un poco el resultado de ambas salidas. En la primera vez que hice el recorrido de campo, pude ver y oír 27 especies diferentes de aves, mientras que la segunda vez he visto 29 especies. Como algunas se repiten en ambas salidas, el total de especies diferentes sólo alcanza la cantidad de 39. 

Las más comunes son: estornino, gorrión común, carbonero común, herrerillo común, urraca, rabilargo, mirlo común, lavandera blanca, pinzón vulgar, colirrojo tizón, cuervo, tórtola turca y otros muchos. Ahora en invierno son más habituales: petirrojo europeo, cormorán grande, milano real, mosquitero, jilguero lúgano, garcilla bueyera, garceta común, etc.



También he podido ver algunas especies menos frecuentes, huidizas o menos abundantes, por lo que son más difíciles de observar, como: cetia ruiseñor, agateador común, pico menor, alcaudón real, pico gordo, mito, paloma torcáz, mochuelo europeo y cernícalo vulgar. En la primera salida tuve la gran suerte de ver una verdadera rareza ornitológica para Extremadura: una Cotorra de Kramer; especie exótica introducida por el hombre, que es la primera vez que se ve por estas tierras.

Mi recorrido tiene una extensión de unos 4 km. y comienza en el kilómetro 1.5, aproximadamente, del Paseo fluvial, siguiendo el curso del río, aguas arriba hasta enlazar con la cañada real de San Polo. Transcurre, por tanto, en dos medios diferentes: ribera fluvial arbolada y dehesa abierta de encinas y matorral. La variedad de aves en este breve recorrido es verdaderamente impresionante, y testimonia la indudable potencia ornitológica que es Plasencia y su entorno.

domingo, 19 de enero de 2014

EL ENTORNO PRÓXIMO A PLASENCIA

Cuando nos preguntan sobre el quehacer de Oeste Natura, respondemos que ofrecer rutas guiadas e interpretadas en la naturaleza, pero con una motivación cultural, y que lo hacemos principalmente en el entorno de Plasencia, nuestro interlocutor, invariablemente, entiende que hablamos de las comarcas naturales del Norte de la provincia de Cáceres. Siempre tengo que puntualizar, que no es ese entorno al que me estoy refiriendo, sino a un entorno mucho más cercano e inmediato. Explico que mi zona de trabajo se focaliza en lugares como: el “Paisaje Protegido del Monte de Valcorchero”, el Paseo Fluvial del Jerte en Plasencia, las riberas del Jerte en otros puntos, las vías pecuarias que transcurren por el término municipal de Plasencia, y algunos otros parajes especialmente bellos e interesantes.

¿Por qué hemos elegido estos lugares? En primer lugar porque estamos convencidos de que no por ser más próximos son más conocidos; ni siquiera por los propios habitantes de Plasencia. Por eso la propuesta de Oeste Natura tiene una indudable vocación pedagógica.  Y por ese motivo, tenemos una oferta especialmente creada para centros de enseñanza y asociaciones culturales. Pero también porque deseamos ampliar la oferta de actividades para los turistas o visitantes que llegan a Plasencia. Comprobamos que, una vez vista la ciudad monumental,  el visitante forastero no encuentra nada más que hacer ni visitar en la ciudad.



Hasta ahora, al turista sólo se le retiene durante el tiempo que dedica a visitar sus monumentos y hacer algunas compras. Consideramos necesario añadir nuevos motivos y actividades para alargar su permanencia, de modo que se alcance mayor rentabilidad para todos los agentes del sector turístico, a la vez que Plasencia mejora su imagen como destino turístico.

Por todos estos motivos, nuestras salidas al campo son en zonas muy próximas a la ciudad y tienen una duración máxima de tres horas; el equivalente a una mañana o a una tarde. De este modo, el turista no sólo volverá a dormir a Plasencia, como sucede ahora, sino que también comerá en Plasencia, tendrá tiempo de tapear, tomar café o ir de compras con más calma. En conclusión, generará más dinamismo y riqueza para todos.




Por otra parte, los lugares incluidos en nuestras rutas reúnen indudables valores ambientales y paisajísticos, que los hacen especialmente atractivos para el amante de la naturaleza. Los itinerarios culturales que hemos diseñado, han sido seleccionados cuidadosamente, buscando hilvanar elementos de interés arqueológico, etnográfico, histórico, etc. que singularizasen los recorridos haciéndolos únicos y diferentes. Todo ello con el fin de ofrecer una experiencia diferente, donde convergen naturaleza y cultura para para lograr definir la compleja trama que se manifiesta en la realidad de los paisajes.

miércoles, 15 de enero de 2014

CAMINAR PARA DESCUBRIR Y CONOCER

Caminar es, sin duda, una forma de conocimiento. Nos proporciona la velocidad adecuada para ver, descubrir, asimilar y comprender la realidad que nos rodea, mejor que ninguna otra forma de desplazamiento. A ningún turista o viajero, que pretenda conocer una ciudad, se le ocurriría planificar un recorrido en coche y marcharse satisfecho. Es fácil comprender que se habría perdido un montón de experiencias. Y al final sólo se llevaría un bosquejo difuminado de la ciudad recorrida.
Creo que todos estamos de acuerdo en que, para visitar una ciudad y conocerla un poco, es necesario “patear” sus calles, mezclarse con sus habitantes, adentrarse en su ritmo vital y vivir sus distintos ambientes urbanos. Todo esto sólo hay una manera idónea de hacerlo: caminando.



Para el amante de la Naturaleza, no hay mejor manera de adentrarse en ella que caminando, haya o no senderos que recorrer. A veces los senderos los trazan animales en su ir y venir, otras veces el hombre y su costumbre, pero a falta de senderos, el campo a través tampoco es mala opción.
Se puede caminar deprisa o pausadamente, pero siempre el movernos a pie por el campo nos va a ofrecer una experiencia gratificante y saludable. Si tenemos la posibilidad de caminar por un hermoso paisaje, la actividad será doblemente satisfactoria. En los alrededores de la ciudad de Plasencia se pueden encontrar paisajes llenos de belleza, a los que podemos llegar caminando desde nuestra propia casa. Muchas personas los disfrutan de forma cotidiana; sin embargo, la mayoría de los turistas se marchan sin conocerlos caminado.



Nuestro proyecto –Oeste Natura- se ha empeñado que esto deje de ser así. Queremos mostrar e interpretar la diversidad de paisajes que rodea a Plasencia para el disfrute de los turistas que visitan la ciudad. De este modo se llevarán una visión más completa de la realidad urbana y de sus muchos atractivos. Trabajamos para que la ciudad visitable no se acabe en las murallas. Oeste Natura viene a abrir la muralla para mostrar la fachada verde de Plasencia. Deseamos  explicar la importancia del entorno natural/rural para la vida y la existencia de la propia ciudad, tanto en el pasado como en el presente.

En el pasado, la economía de Plasencia dependía del campo que la rodeaba y de sus riquezas agropecuarias. Aunque hoy este sector económico ha perdido importancia, sus huellas han dejado una impronta indeleble en el paisaje. Para comprender las razones ocultas de estos paisajes, hay que contar con las claves históricas que han dado forma a lo que hoy contemplamos. En eso consiste la interpretación de los paisajes culturales que ofrece Oeste Natura.

sábado, 4 de enero de 2014

PREPARADOS PARA SALIR A VER AVES

Siguiendo con nuestras recomendaciones para quien desee iniciarse en la práctica de la observación de aves, vamos a dar un paso más. Suponiendo que ya tenemos el equipo necesario, es el momento de dar el paso definitivo: salir al aire libre y comenzar a probar. No obstante, vamos a repasar nuestro equipo.

Prepararemos una pequeña mochila donde llevar todo con comodidad. En la mochila guardaremos todo lo imprescindible: los prismáticos, nuestra guía de aves, un cuaderno de campo donde hacer anotaciones, y utensilios de escritura (lapiceros y bolígrafos). Es recomendable llevar más de un lapicero o bolígrafo, por si nos fallara.
El cuaderno de campo es un elemento de mucha ayuda. Nos servirá para anotar las especies identificadas y, en algunos casos, el número de ejemplares vistos. También nos servirá para recoger las características morfológicas, de color de plumaje y demás rasgos identificativos de las especies dudosas o no identificadas; al principio, serán muchas. No hay que desanimarse. Otra utilidad del cuaderno de campo es que nos permitirá hacer dibujos de aves (esto para los más habilidosos y para los artistas) o de lugares determinados que sea importante recordar por algún motivo: emplazamiento de nidos, por ejemplo. Para esto puede servirnos cualquier libreta de tamaño bolsillo y preferentemente de pastas algo rígidas, para poder escribir mejor.



Cargar con los prismáticos suele acabar siendo cansado y puede llegar a producir alguna molestia en el cuello y las cervicales. Hay distintas soluciones. Podemos comprar una correa de calidad con protecciones y rellenos para la zona del cuello, que son mucho más cómodas. O podemos adquirir un arnés para binoculares. Yo tengo unos y, por mi experiencia personal, los recomiendo. Reparten el peso en los hombros, no sobre las vértebras cervicales, de modo que parece que no llevas nada. También se bambolean menos al andar.




Una vez preparada la mochila y comprobado que llevamos todo lo necesario, elegiremos nuestro vestuario. Muy importante es usar un calzado cómodo y adecuado a las condiciones meteorológicas del momento elegido para la salida. También muy importante es el colorido de la ropa, debiendo evitarse el uso de prendas de colores vivos y llamativos. Lo más recomendable es usar colores oscuros y discretos: verdes, marrones, colores de la tierra, etc. Llamaremos menos la atención y no ahuyentaremos a las aves. En conclusión, veremos más pájaros y mejor vistos.
Finalmente, nuestro vestuario será acorde a la estación del año y a la temperatura o humedad que haya. Siempre es mejor vestir prendas cómodas y que nos permitan una agradable confortabilidad térmica. El uso de sombreros o gorras es opcional y va en gustos, aunque pueden darnos protección ante diferentes elementos naturales: viento, sol, lluvia… También deberemos elegir colores oscuros y no llamativos.
Con todo esto, estaremos en condiciones de hacer una primera salida para avistar aves.