sábado, 11 de octubre de 2014

EL OTOÑO. MI ESTACIÓN FAVORITA.

No se por qué el Otoño tiene tan "mala prensa", cuando realmente es la estación más bonita del año y, por supuesto, mi estación favorita. No se por qué se asocia a la muerte y a la melancolía, cuando realmente es una época del año llena de vida. Es el momento en que, tras el agostamiento de los campos por los rigores estivales, todo vuelve a resurgir, a reverdecer, a tomar vida nueva con el simple impulso DSCN1147de las primeras lluvias; verdadera "bendición del cielo".
La temperatura comienza a ser más suave y agradable y apetece estar al aire libre a cualquier hora, sin tener que hacer siesta por "imperativo legal" del implacable sol del verano. Personalmente, a mi me ocurre como a la hierba: resucito durante el Otoño y mi organismo vuelve a funcionar a pleno rendimiento.

El Otoño es la época de maduración de muchos frutos que el calor del verano ha ido criando, con lo cual es una verdadera delicia degustar nuevos sabores: manzanas, castañas, uvas, avellanas, almendras, membrillos, naranjas... Y el campo rebosa de bayDSCN1153as y frutos silvestres, al alcance de todos por el simple trabajo (o placer) de recolectarlos: setas (sus múltiples variedades), madroños, espárragos, arándanos, azufaifas...  El Otoño tiene su propia tradición gastronómica, que representa una sabiduría acumulada de siglos. Seguirla es lo más conveniente. Por eso en Otoño comenzamos a comer de otra forma y otros platos diferentes a lo consumido durante el verano.

El Otoño es momento de cambios en la Naturaleza y la vida se renueva en todos sus aspectos. Se marchas las aves nidificantes y comienzan a llegar las aves invernantes, variando el elenco de pájaros que habitan entre nosotros y creando nuevos intereses y curiosidades para los aficionados al birdwatching.DSCN1143

sábado, 4 de octubre de 2014

DIA INTERNACIONAL DE LAS AVES

Viven en nuestra ciudad y siempre están cerca de nosotros, vayamos donde vayamos. Son esos pequeños vecinos, madrugadores, ruidosos e inquietos, con sus cuerpecillos cubiertos de plumas de colorido diverso –a veces espectacular y llamativo-, que alegran nuestra vista y nuestro oído con su canto y con su incansable ir y venir.

Su vida en un imparable afán en busca de alimento. Se dice popularmente a la persona que es de poca comida que “come menos que un pajarito”; nada más incierto. Un pájaro come tanto alimento como varias veces su peso corporal. El vuelo y esa vida ajetreada que les caracteriza, representa un enorme gasto de energía. Ser animales de sangre caliente y estar dotados de la capacidad de volar, les permite estar presentes en todos los climas y medios de nuestro planeta. La diversidad de aves es enorme.


Esta gran diversidad de especies y subespecies representa un aliciente más en los viajes para el aficionado a la observación de aves (birdwatching). En todos los lugares hay aves. Siempre se pueden ver aves diferentes allá donde vayamos. Siempre podemos ver aves desde la ventana de nuestra casa, en los parques de nuestra ciudad, en nuestro entorno más inmediato.


El hombre siempre ha envidiado el vuelo de las aves y ha inventado mil artilugios para alcanzar el sueño de volar. En Plasencia se cuenta la leyenda de un hombre que quiso volar, allá por el siglo XVI. Fue juntando plumas de aves para revestir una estructura, creada por su ingenio, a imitación de las aves y voló desde la torre de la Catedral hasta la dehesa de los caballos; primer vuelo humano del que se guarda memoria.


Es muy justo dedicar un día a festejar que existen aves y festejar el hecho de saber obtener un grandísimo disfrute con el simple hecho de contemplarlas. Mañana es el DÍA DE LAS AVES.